Como todas las grandes ciudades, Madrid tiene una densa red de carreteras que se extiende más allá de sus límites, fruto de un fuerte y acelerado crecimiento ocurrido principalmente en los últimos 50 años que ha dado lugar a un conjunto de infraestructuras que requieren de un mantenimiento constante con la complicación de que cualquier actuación debe acometerse respetando un tráfico intenso y constante. Para dar respuesta a la aplicación y organización de un plan de mantenimiento, diferentes administraciones (ayuntamiento de Madrid, Madrid Calle 30 y Comunidad de Madrid) encargadas de gestionar estas infraestructuras han escogido a INES Ingenieros y su aplicación informática de apoyo (i3met).

Las estructuras más urbanas, incluyendo puentes, pasarelas y túneles, pertenecen al Ayuntamiento de Madrid y son gestionadas a través de una empresa concesionaria del mantenimiento. En un segundo nivel y rodeando a las primeras, surge el primer anillo de circunvalación completo de Madrid con características de autopista urbana, la M30, cuya infraestructura es gestionada a través de Madrid Calle 30. Finalmente, la malla de carreteras de toda la región es mantenida y gestionada por la Comunidad de Madrid. Cada una de estas Administraciones tiene sus peculiaridades tanto a nivel de organización como de modelos de contratación, pero todas comparten un deseo de disponer de criterios objetivos de control del estado de conservación y planificación de las actividades de mantenimiento y rehabilitación, que han sido precisamente los desarrollados en los diferentes proyectos en los que ha participado INES Ingenieros.

Las tres Administraciones comparten además otro aspecto no menos importante, relacionado con la jerarquización de las obras de rehabilitación en diferentes modalidades administrativas. En todos los casos, el criterio de priorización ha sido la calificación o valor del estado de conservación, medido en una escala de 0 (colapso) a 100 (perfección), que surge a partir de la metodología de inspección y evaluación en cada puente consensuada con las diferentes administraciones e implantada gracias a i3met.

Esta valor o marca de condición va evolucionando con el tiempo, mejorando tras las intervenciones que se van programando y ejecutando. Sirve este parámetro, por tanto, como vara de medir en el tiempo y como factor de priorización de las actuaciones e incluso como valor de penalización de una concesionaria, si baja de un nivel predeterminado.

Además de organizar toda la información que gira en torno a la conservación de las estructuras, a través de las diferentes plataformas digitales se generan presupuestos de reparación de forma semiautomática con un procesado final manual por parte de un ingeniero, permitiendo planificar los presupuestos anuales de conservación.