El cargadero de mineral de Dícido -también llamado de Mioño- es el único de estas características que queda en Castro Urdiales. De los 13 cargaderos de mineral existentes en el litoral español, 7 se encontraban en la localidad. Se utilizaban para transportar los minerales extraídos de la mina de Dícido, situada a 5 km, y cargar los barcos con material. El primer cargadero de mineral se construyó en 1886, pero tuvo que ser reconstruido varias veces. El que ha llegado hasta nuestros días data de 1938 y fue construido por la empresa Altos Hornos de Vizcaya, propietaria entonces de Dicido Iron Ore Limited.

La estructura es una celosía tipo Warren con montantes intermedios que se apoya en una pila de fábrica. Consta de un vano y de un tramo en voladizo de luz mayor a la del vano por lo que la estructura se encuentra anclada en el macizo de roca. La gran viga está formada por dos celosías principales compuestas por cordón superior e inferior, montantes verticales y diagonales de tracción y compresión. El estado de conservación de la estructura metálica es deficiente especialmente en su parte inferior, que es la zona afectada por la salpicadura. Los cordones superiores conservan un estado aceptable si bien se han detectado daños durables producidos por el ambiente al que está expuesta.

Se han llevado a cabo estudios históricos, climáticos y marinos, durables, de caracterización mecánica tanto del acero como de la fábrica, análisis estructurales, etc.

Finalmente se han prescrito una serie de medidas correctoras en aras de asegurar la estabilidad estructural del conjunto pensando en los posibles y futuros usos.