Tras las extraordinarias crecidas de los ríos que rodean la localidad de Aldea del Fresno en la Comunidad de Madrid sucedidas los días 3 y 4 de septiembre de 2023, el paso de la conducción Picadas-Toledo sobre el Río Perales en su encuentro con el Arroyo Grande quedo parcialmente colapsado. Este paso se trataba de un antiguo puente ferroviario que servía de soporte a la tubería de la Confederación Hidrográfica del Tajo que abastecía a más de 70 municipios de la provincia de Toledo.

Como primeras medidas para asegurar la estabilidad de la tubería y permitir su correcto funcionamiento, se establecieron una serie de situaciones provisionales mediante el apoyo de la misma sobre, primero uno y luego dos, puntales situados en el cauce entre las pilas derruidas del antiguo puente. En estas fases provisionales, destacan por su complejidad las operaciones de gateo y transferencia de carga de la tubería a las sucesivos apoyos.

Como solución definitiva, se proyectó un puente de vano único de 80 m de longitud total. El tablero se resuelve mediante una celosía metálica doble de canto variable en forma de arco apoyada en dos pilas tipo pórtico. Este tablero, que supone una mejora para el servicio y mantenimiento de la propia tubería, está preparado además para albergar en situación futura un posible desdoblamiento de la conducción. Las pilas, situadas justo delante de los estribos del puente original, son mixtas con sus bases de hormigón y su coronación metálica.