La historia del origen del ferrocarril y sus condicionantes técnicos llevaron al predominio de la búsqueda de valles fluviales en el diseño de su trazado para aprovechar las ventajas de su planitud y facilitar la adquisición de material de construcción para la plataforma. Si bien, en el momento de su construcción, este planteamiento supuso una ventaja esencial que permitió su rápido desarrollo, en la actualidad, su explotación por parte de ADIF se ve notablemente afectada por problemas relacionados con las inundaciones. El estudio se centra en la utilización de modelos hidráulicos bidimensionales de precipitación sobre malla para determinar el riesgo potencial de inundación, concretamente para los aproximadamente 12.850 km de red convencional (ibérica y de ancho métrico) que explota ADIF en todo el territorio nacional. El objetivo del trabajo es discretizar el riesgo potencial de inundación mediante una clasificación semafórica en función del grado de afección a la infraestructura, pretendiendo ayudar a ADIF en la priorización y gestión de las operaciones ferroviarias frente a esta amenaza.

Debido a la utilización de una metodología basada en las precipitaciones, la referencia para el cálculo se ha basado en las cuencas hidrográficas. El estudio ha abarcado una superficie aproximada de 500.000 km2, analizando la práctica totalidad del territorio español. El análisis se ha personalizado para la red ferroviaria, lo que ha supuesto crear una envolvente de zonas inundables a partir de diferentes simulaciones condicionadas por tiempos de concentración determinados por la intersección del trazado ferroviario con la red hidráulica. Para la obtención de las zonas inundables han sido necesarias más de 500 simulaciones hidráulicas.

Los resultados obtenidos potencian y mejoran el conocimiento del riesgo potencial de inundación de la infraestructura ferroviaria convencional y de vía estrecha gestionada por ADIF. Esto permite: 1) mejorar los sistemas y protocolos de contingencia frente al riesgo de inundación, tanto en tramos de la red donde se han producido inundaciones históricas como en zonas que aún no han manifestado este tipo de eventos; 2) planificar estudios de detalle en zonas de riesgo potencial de inundación altamente sensibles, para analizar y proponer diferentes tipos de soluciones (estructurales y/o no estructurales) para reducir o eliminar sus consecuencias; y 3) avanzar en iniciativas encaminadas a prestar un servicio más resiliente con una estrategia responsable. La metodología permite alinearse con las nuevas directrices europeas de sostenibilidad y resiliencia, haciéndola directamente compatible con posibles futuros estudios sobre cambio climático.