Proyecto

PROYECTO DE REHABILITACIÓN INTEGRAL DEL PUENTE MEDIEVAL DE TORDESILLAS SOBRE EL DUERO. N-VI. VALLADOLID

CLIENTE MINISTERIO DE FOMENTO
SERVICIO PROYECTO BÁSICO Y PROYECTO CONSTRUCTIVO
FECHA 2020-2023
UBICACIÓN VALLADOLID, ESPAÑA

Sobre el puente de Tordesillas no existe apenas referencias, ni fecha, ni trazas, incluso su autor se mantiene aún en el anonimato. A pesar de ello no se puede poner en duda su incalculable valor patrimonial y lo que este puente ha representa para la ciudad de Tordesillas a lo largo de su historia, habiendo sido testigo de numerosos acontecimientos a lo largo de su vida en servicio.

Algunos indicios documentales sugieren que el origen del Puente de Tordesillas se establece en el siglo XIII, en la época del gótico castellano. Su composición mediante arcos ojivales delata la influencia del gótico francés (a través del camino de Santiago), también visible en algunas catedrales de la época como la de Burgos o León.

Durante los más de 800 años de su vida, el puente ha sido objeto de innumerables intervenciones provocadas por distintas causas. Muchas de estas reparaciones se encuentran debidamente documentadas, lo que ha permitido disponer de información necesaria para definir estructuralmente el puente y conocer las características de la mayoría de sus elementos.

Quizá la actuación más relevante anterior al siglo XX, se relaciona con una gran avenida que tuvo lugar en el año 1739 dejando al puente en una situación precaria, para la que se tuvo que llevar a cabo una reparación significativa, adjudicada mediante subasta en aquél entonces a Francisco Infante, maestro cantero de Berceruelo, bajo las órdenes del arquitecto vallisoletano Francisco Antonio de Ozina. Más tarde, a mediados del siglo XX, en el año 1960, se acomete una intervención mediante la cual se modifica la plataforma original del puente con el fin de ensanchar la misma. Se consigue mediante la proyección de un voladizo de hormigón a cada lado de la estructura, unidos transversalmente entre sí mediante perfiles metálicos embebidos en hormigón.

El puente medieval es de fábrica de sillería y está compuesto por diez arcos ojivales de piedra caliza. Las luces varían desde 9.50 metros hasta los casi 15.90 metros que llega a alcanzar el vano diez, y flecha variable. Cuenta con una longitud total aproximada de 180 metros entre estribos y una anchura 7.30 metros. El puente cuenta con un total de nueve pilas de 6.00 metros de anchura protegidas mediante tajamares afilados en todas ellas. Los tajamares de la pila tres y la pila ocho se prolongan en altura hasta alcanzar la cota de la plataforma. La infraestructura se completa mediante dos estribos y muros laterales de contención de tierras.

La plataforma cuenta con dos carriles, uno para cada sentido de circulación y aceras a ambos lados. Se completa mediante algunas farolas y dos barandillas metálicas. Finalmente, cabe destacar la presencia de varios elementos que se consideran parte integrante de la estructura, por lo que históricamente representan. Sobre el alzado izquierdo, próximo al estribo nº 1, encontramos una aceña y un antiguo inmueble (con un forjado cuya tipología no corresponde a la época de la obra original) además de un mirador visitable, aunque actualmente se encuentra cerrado al tráfico peatonal por seguridad, debido a los numerosos daños que presenta.

Tras diversos estudios se pudo comprobar que el puente se encontraba en riesgo ya que la acción del agua del Duero había generado una socavación importante en tres de sus pilas, por otra parte, las fábricas que componían bóvedas, pilas y tímpanos requerían de una rehabilitación integral que pusiera en valor el puente.

El proyecto de rehabilitación integral comprendía, por tanto, tanto el recalce y protección de las pilas que fue todo un reto por la importancia y carácter del río Duero y de una puesta en valor de sus alzados, bóvedas y demás elementos del puente.